Hasta hace un momento revisaba la página de mi facebook cuando me encontré una foto de hace años en la que aparecemos varios amigos arriba de una camioneta. En esa foto aparecen Germán, Rafa, Lalo Arriaga y su servidor. Era la semana de las Josefinadas y estábamos a punto de comenzar el tan esperado rally anual en dónde se competía, no solo por llegar primero, sino por el arreglo de los coches en los que había que poner verdadera creatividad para que se vieran mu bien disfrazados. La verdad no recuerdo algún diseño en especial pero sí puedo comentar que los nuestros, a pesar que éramos varones con poca capacidad para la decoración, nos divertíamos de lo lindo usando globos y la grasa para zapatos para poner estupideces en los coches.
Hay que aclarar antes que estos rallies no era un evento más sino que era EL evento del año y que todo el colegio estaba al pendiente de esta magnífica carrera. La pregunta que podría nacer en este momento sería: ¿por qué era el evento del colegio si había otros tantos que nos quitaban el aliento por igual, por ejemplo, los torneos del fútbol? Es verdad, estaban los torneos, el concurso de la canción, etc pero, el rally era especial porque representaba un desafío por toda la ciudad, nos hacía sentir que pertenecíamos a un evento muy especial y competíamos con todo un colegio - en una sola mañana- poniendo toda nuestro ingenio. El evento comenzaba a las 8 en punto de la mañana colocando los coches dentro de la escuela en las canchas de basquetbol para que el jurado pudiera decidir el mejor diseño. Ni que decir que el ambiente era inmejorable, que nos reíamos unos de otros de los arreglos que habíamos hecho en los coches y el que arrancara más risas entre los amigos era motivo de orgullo porque significaba que lo habías hecho muy bien. Obviamente NUNCA nos enteramos cuáles eran las reglas de la competición de decoración automotriz pero la realidad es que nos importaba muy poco porque lo importante era la convivencia con todos tus amigos. El siguiente momento era el más esperado de todos: la entrega de la primera pista y el silbatazo de salida. Los motores rugían esperando ese momento, hago un paréntisis para dar luz a la frase "rugían" ya que los motores no eran otros como un Datsun, una VAM o una camioneta DART pero que nos hacían tocar el cielo pensando que éramos LOS pilotos del momento. El rally en sí constaba de varias pistas repartidas a lo largo de toda la ciudad. Las pistas se dividían en dos partes. la primera era resolver un acertijo para llegar a la siguiente base y la segunda en contestar o llevar cosas a esa base. Si pensamos que llevar "cosas" era algo sencillo estaríamos equivocados porque eso era lo realmente divertido de todo el rally. Esas "cosas" eran como llevar una papa cocida y si no eras ducho en ortografía -cosa que pasábamos por alto muchas veces- llavabas una papa coSida. Otra "cosa" podría ser vestirte de los personajes del Chavo del Ocho y llegar a la base bailando y haciendo estupideces para que te calificaran. Era una mañana espléndida que solo recordarla me hace reír de tanta tontería que hacíamos.
De los rallies que se me vienen a la memoria, lo coches que tuvimos que "diseñar" estuvieron: el Patamóvil - el Datsun de Roberto Palacios- la Aguacata, la Gremlin verde de Ángel, la camioneta de Lalo Arriaga y no estoy seguro si alguna vez corrimos en el coche del papá de Rafa que era un Dart café. El caso fue que en uno de los rallies, me parece que fue nuestro último año de prepa, cuando sucedió .... ¡¡el fraude!!.
Buscando en el diccionario de la RAE me encuentro que la definición de fraude es:
"Acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra quien se comete"
Sí, durante años hemos vivido todos estos años pensando que todas las carreras fueron .. ¡limpias! pero... en ¿realidad así sucedió? Nunca lo sabremos, al menos ¡NO EN ESTA VIDA! Las opiniones se encuentran divididas en dos: Ellas dicen que no y el resto de la humanidad dice que sí hubo fraude. Antes de continuar hay que decir que el grupo de "ellas" eran cuatro, las cuatro mas listas del colegio: Alicia, Malú, Raquel y si mal no recuerdo Chivis. En honor a la verdad no se si eran las MAS listas pero para algunos de nosotros sí que lo eran. El segundo grupo lo formaban el grupo de los NO más listos del colegio: Ángel, Rafa. su servidor y en este momento se me va de la memoria el cuarto integrante. Ellas compitieron en el Mustang de Alicia y nosotros en la Aguacata de Ángel. Como se puede ir viendo, las ventajas se ven muy claras ya: nosotros estábamos por encima de ellas en inteligencia, creatividad y motores. La ciudad la atravesamos cual bólidos haciendo todo lo que nos pedían y llegamos ANTES que ellas, de hecho por MUCHO tiempo antes que ellas. Todo hacia pensar que seríamos los ganadores pero ¿qué ocurrió? ¿en dónde se torcieron los hilos del destino? ¿quién en sus cinco sentidos pudo imaginar el resultado final? ¿quiénes fueron los jueces de ese día? Todo quedó gurdado en los "Archivos Secretos de los Rallies" y nunca nadie más pudo tener acceso a ellos. Cuando todos escuchamos el resultado ganador se nos salian los ojos del desconcierto, sorpresa, pasmo, estupefacción, chasco, exclamación, perplejidad, susto, conmoción, sobresalto y estupor al saber que los ganadores del rally fueron .... !ELLAS!
Aunque TODOS hemos sido conscientes del tamaño de este fraude nos hemos reído mucho a lo largo de los años y nos ha unido como amigos a casi todos nosotros y digo casi todos porque algunos ya nos han dejado como nuestra querida Chivis. El recordar todas estas anécdotas, no solo es revivirlas y sonreír, sino pensar que nuestros amigos siguen ahí porque han sido parte de nuestra historia y de lo que somos en la actualidad. A todos ustedes un abrazo muy afectuoso y cariñoso y ojalá, aunque estemos lejos físicamente, la amistad siga fuerte hasta el final de nuestros días.
Hay que aclarar antes que estos rallies no era un evento más sino que era EL evento del año y que todo el colegio estaba al pendiente de esta magnífica carrera. La pregunta que podría nacer en este momento sería: ¿por qué era el evento del colegio si había otros tantos que nos quitaban el aliento por igual, por ejemplo, los torneos del fútbol? Es verdad, estaban los torneos, el concurso de la canción, etc pero, el rally era especial porque representaba un desafío por toda la ciudad, nos hacía sentir que pertenecíamos a un evento muy especial y competíamos con todo un colegio - en una sola mañana- poniendo toda nuestro ingenio. El evento comenzaba a las 8 en punto de la mañana colocando los coches dentro de la escuela en las canchas de basquetbol para que el jurado pudiera decidir el mejor diseño. Ni que decir que el ambiente era inmejorable, que nos reíamos unos de otros de los arreglos que habíamos hecho en los coches y el que arrancara más risas entre los amigos era motivo de orgullo porque significaba que lo habías hecho muy bien. Obviamente NUNCA nos enteramos cuáles eran las reglas de la competición de decoración automotriz pero la realidad es que nos importaba muy poco porque lo importante era la convivencia con todos tus amigos. El siguiente momento era el más esperado de todos: la entrega de la primera pista y el silbatazo de salida. Los motores rugían esperando ese momento, hago un paréntisis para dar luz a la frase "rugían" ya que los motores no eran otros como un Datsun, una VAM o una camioneta DART pero que nos hacían tocar el cielo pensando que éramos LOS pilotos del momento. El rally en sí constaba de varias pistas repartidas a lo largo de toda la ciudad. Las pistas se dividían en dos partes. la primera era resolver un acertijo para llegar a la siguiente base y la segunda en contestar o llevar cosas a esa base. Si pensamos que llevar "cosas" era algo sencillo estaríamos equivocados porque eso era lo realmente divertido de todo el rally. Esas "cosas" eran como llevar una papa cocida y si no eras ducho en ortografía -cosa que pasábamos por alto muchas veces- llavabas una papa coSida. Otra "cosa" podría ser vestirte de los personajes del Chavo del Ocho y llegar a la base bailando y haciendo estupideces para que te calificaran. Era una mañana espléndida que solo recordarla me hace reír de tanta tontería que hacíamos.
De los rallies que se me vienen a la memoria, lo coches que tuvimos que "diseñar" estuvieron: el Patamóvil - el Datsun de Roberto Palacios- la Aguacata, la Gremlin verde de Ángel, la camioneta de Lalo Arriaga y no estoy seguro si alguna vez corrimos en el coche del papá de Rafa que era un Dart café. El caso fue que en uno de los rallies, me parece que fue nuestro último año de prepa, cuando sucedió .... ¡¡el fraude!!.
Buscando en el diccionario de la RAE me encuentro que la definición de fraude es:
"Acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra quien se comete"
Sí, durante años hemos vivido todos estos años pensando que todas las carreras fueron .. ¡limpias! pero... en ¿realidad así sucedió? Nunca lo sabremos, al menos ¡NO EN ESTA VIDA! Las opiniones se encuentran divididas en dos: Ellas dicen que no y el resto de la humanidad dice que sí hubo fraude. Antes de continuar hay que decir que el grupo de "ellas" eran cuatro, las cuatro mas listas del colegio: Alicia, Malú, Raquel y si mal no recuerdo Chivis. En honor a la verdad no se si eran las MAS listas pero para algunos de nosotros sí que lo eran. El segundo grupo lo formaban el grupo de los NO más listos del colegio: Ángel, Rafa. su servidor y en este momento se me va de la memoria el cuarto integrante. Ellas compitieron en el Mustang de Alicia y nosotros en la Aguacata de Ángel. Como se puede ir viendo, las ventajas se ven muy claras ya: nosotros estábamos por encima de ellas en inteligencia, creatividad y motores. La ciudad la atravesamos cual bólidos haciendo todo lo que nos pedían y llegamos ANTES que ellas, de hecho por MUCHO tiempo antes que ellas. Todo hacia pensar que seríamos los ganadores pero ¿qué ocurrió? ¿en dónde se torcieron los hilos del destino? ¿quién en sus cinco sentidos pudo imaginar el resultado final? ¿quiénes fueron los jueces de ese día? Todo quedó gurdado en los "Archivos Secretos de los Rallies" y nunca nadie más pudo tener acceso a ellos. Cuando todos escuchamos el resultado ganador se nos salian los ojos del desconcierto, sorpresa, pasmo, estupefacción, chasco, exclamación, perplejidad, susto, conmoción, sobresalto y estupor al saber que los ganadores del rally fueron .... !ELLAS!
Aunque TODOS hemos sido conscientes del tamaño de este fraude nos hemos reído mucho a lo largo de los años y nos ha unido como amigos a casi todos nosotros y digo casi todos porque algunos ya nos han dejado como nuestra querida Chivis. El recordar todas estas anécdotas, no solo es revivirlas y sonreír, sino pensar que nuestros amigos siguen ahí porque han sido parte de nuestra historia y de lo que somos en la actualidad. A todos ustedes un abrazo muy afectuoso y cariñoso y ojalá, aunque estemos lejos físicamente, la amistad siga fuerte hasta el final de nuestros días.