Hace tanto tiempo ya que no escribía en este lugar que he tenido que hacer una limpia completa al blog. Las cantidades industriales de polvo, arañas, cucarachas y demás seres que se van acumulando con los años de desuso han salido corriendo por el mandato imperativo de mi voz (ajá dijo mi vecina). Hoy, hoy, palabra que se ha convertido en el hazmerreír de México, he decidido recomenzar este lugar para el solaz divertimento de mis lectores.
Quiero comenzar por un hecho curioso que me ha pasado en facebook, sí, en ese lugar que vino a revolucionar nuestros antiguos conceptos de red social, de la forma de relacionarnos aún y cuando estemos lejos de nuestros respectivas ciudades, donde si no te cuidas pierdes hasta la intimidad. Hace días, quizá unas dos semanas, me llegó un friend request -para aquellos que andan flojos o se consideran ignorantes en la lengua del famosísimo chespir significa una solicitud de amistad- de una persona que de entrada no sabía quién era. Revisé su perfil, ví su foto, lo veía y lo veía y mi no nada inteligente cerebro no traía ese destello de luz que tanto necesitaba. Al final de aquella exhaustiva revisión, que me dejó mi cabeza mas seca que el río que pasa cerca de mi casa, decidí aceptarlo pensando que en algún momento mas adelante recordaría quién era pero el destino facebookiano no quiso que se pararan ahí las solicitudes porque horas después me llegó otra solicitud que me trajo gratos recuerdos de juventud: Juan Nava apareció. Es claro que mi enmarañada mente recordó en ese momento a la persona anterior: Pepe Jiménez. Mi estimadísimo Peps te pido disculpas por tan detestable confesión pero creo que era necesaria para seguir fielmente y en aras de la verdad el transcurso de este relato. No quisiera alargar los sucesos que se siguieron, me llegaron mas nombres, yo mandé otros, quizá unos no me recuerden, otros permanecerán en el silencio indómito de la ignorancia hasta que encuentren en sus vidas esta realidad que se llama 'caralibro' pero el resumen es que me fui re-encontrado con mis viejos compañeros de secundaria que han hecho posible todos los recuerdos que ahora azotan sin reverencia alguna mi memoria.
Sé que para este momento mas de la mitad de los que han llegado hasta este párrafo han encontrado un remedio infalible para curar su insomnio y prometo solemnemente que los he de seguir torturando con algunos posts semanales.
Punto.
2 comentarios:
aauhmmmmm...eh? ya termine de leer? jejejej. No cierto mi querido Perales!!!
Buen relato, unke tendre ke consultar la wikipedia.... mi lexico-semantico no es tan abundante que digamos!!! jajaja
Raul K.
Arturo, me parece muy ameno tu estilo para escribir, ojala mantengas vigente el sitio. Me gusta !!!
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