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Benedicto XVI


El jueves pasado, 28 de febrero de 2013, fuimos testigos de un hecho histórico: la renuncia del Papa católico a ser la cabeza de la Iglesia. He escuchado muchos tipos de comentarios, algunos buenos otros no tanto pero me parece, analizando los argumentos de la gente, que la ignorancia habla por boca de ellas. Primeramente es necesario, creo yo, ver si es válida la renuncia de alguien que ostenta tan importante cargo y para eso me remití a la fuente mas importante que en este caso es el Derecho Canónico de la Iglesia Católica. En el párrafo 2 del punto 332 dice lo siguiente (copio textualmente):

"2 Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea formalmente aceptada por nadie".

El día 11 de febrero del presente, el Papa Benedicto XVI, anuncia su renuncia en el Consistorio de Obispos en Roma, dicho en otras palabras, expresó claramente que el día 28 del mismo mes dejaría el papado haciéndolo público ante los obispos. Dicho acto cumple con los requisitos que el Derecho Canónico exige.

El ahora papa emérito, Joseph Ratzinger, nace en Marktl am Inn, Alemania, el 16 de abril de 1927 y proveniene de una familia modesta. Su padre fue comisario de una gendarmería y su madre, hija de artesanos, trabajó de cocinera en distintos hoteles antes de casarse. La época que le tocó vivir durante sus años de juventud, estuvo bañada de un ambiente anti-cristiano promovido por el régimen nazi. Precisamente en la complejidad de este periodo, descubre la belleza y la verdad de la fe de Cristo. Casi al final de la segunda guerra mundial, Joseph Ratzinger es enrolado en los servicios auxiliares antiaéreos.

Pasado el tiempo, se ordena sacerdote el 29 de junio de 1951 a los 24 años de edad. Dos años mas tarde, en 1953, recibe su doctorado en Teología con la tesis "Pueblo y Casa de Dios en la doctrina de la Iglesia en San Agustín". Fue profesor de Teología Dogmática y Fundamental por la universidad de Freising. Prosiguió la enseñanza, entre 1959 y 1969, en Bona, Muñiste y Tubinga. Después de este periodo docente pasa a ser catedrático de Dogmática e Historia del Dogma en la universidad de Ratisbona en donde también ocupó el cargo de vicerrector de la Universidad. Después de distintos cargos importantes que le fueron otorgados, el Papa Juan Pablo II lo nombra Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y Presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Comisión Teológica Internacional en noviembre de 1981. Finalmente fue nombrado papa en el año 2005 a los 78 años de edad.

Ahora bien, mi intención no es de ninguna manera exhibir las numerosas participaciones y logros del papa emérito en la historia de la Iglesia, sino mas bien dar unas breves pinceladas de la gran capacidad intelectual del que fue cabeza de los católicos -algunos intelectuales lo consideran el Tomás de Aquino de la época moderna-. Al inicio de su pontificado muchos quisieron compararlo con su antecesor pero esta posición me parece un tanto ridícula. Comparar dos personalidades tan ricas, pero al mismo tiempo tan diferentes, solo es de personas que se quedan en la superficie del océano, es decir, el conocimiento que da el profundizar las cosas para una visión mucho mas amplia y formar un criterio mucho mas acertado. Karol Wojtyla es papa a los 58 años mientras que Joseph Ratzinger a los 78, es decir, mientras que JPII llega al papado muy joven y mucho mas lleno de energía, Benedicto XVI lo recibe con ¡20 años mas!. Concretando, creo que es injusto criticar o comparar hechos o personas sin conocimiento de causa porque tristemente llegaremos a conclusiones erróneas.

Para darnos una idea del legado de Benedicto XVI en estos ocho años de pontificado hay que echarle un vistazo a su trabajo:

Entre el año 2005 y 2013.

- 347 Audiencias
- 130 Cartas apostólicas
- 117 Constituciones apostólicas
-     3 Encíclicas
-     4 Exhortaciones apostólicas
-   24 Viajes fuera de Italia
-     1 Libro (dividido en tres tomos)

Me gustaría aclarar que en este suma no estoy tomando en cuenta sus libros como cardenal ni sus cartas, discursos, homilías, mensajes ni de motu propio.

Estas generaciones hemos tenido la inmensa suerte de haber conocido a dos papas, no solo por su brillantez intelectual, sino también por su gran amor de Dios y su preocupación de la grey encomendada. Sobre JPII hay ya varias biografías pero no así del segundo. Escribir sobre la figura del papa Benedicto, tan llena de matices humanos, intelectuales y afectivos resultará en una labor de mucho tiempo y paciencia para poder plasmarla en un libro.

Para aquellos que se han puesto en contra de él por su renuncia me gustaría invitarlos a empaparse mas sobre la vida y escritos del Cardenal Ratzinger y animarlos a entender que un señor que recibe semejante responsabilidad, aunado a sus enfermedades,  a la edad de 78 años no es nada fácil.

 Solo me resta agradecerle a este gran Papa por todo lo que hizo por la Iglesia y que, desde su retiro, nos siga encomendando para que cada día seamos mejores personas y construir una mejor sociedad.


Punto.

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